El ciboulette es una planta ideal para cultivar en casa, perfecta para tener siempre a mano un condimento extra que realza el sabor de las ensaladas y otros platos.
Es fácil de cultivar y se adapta a diferentes tipos de sustratos, aunque prospera mejor en suelos sueltos y ricos en nutrientes. Puede propagarse por semillas o mediante la división de matas en primavera, y es apta para macetas pequeñas, lo que la hace práctica para espacios reducidos.
Para consumirla, se recomienda cortar sus hojas alargadas a unos 2 cm del sustrato, lo que favorece un crecimiento continuo.
El ciboulette es una fuente de vitaminas y minerales importantes, como las vitaminas A, C y K, además de minerales como el calcio y el potasio, en pequeñas pero significativas cantidades para una dieta equilibrada. Por eso, es ideal arrancar sus hojas y consumirlas frescas para aprovechar al máximo sus beneficios.
Además, contiene flavonoides y compuestos sulfurados, como la alicina, conocidos por sus propiedades antioxidantes. Estudios sobre hierbas de la familia Allium (que incluye al ajo, la cebolla y el ciboulette) respaldan su capacidad para combatir el estrés oxidativo, lo que contribuye al bienestar general.